Salud mental y Educación emocional


¿Qué vamos a aprender?

☑ Importancia de la salud mental y la Educación Emocional
☑ Para qué sirve la Inteligencia Emocional
☑ Recursos para trabajar la inteligencia emocional


Seguramente, muchxs de vosotrxs hayáis escuchado o leído la siguiente cita en latín "Mens sana in corpore sano", y de aquí la idea del nombre del Blog y de la cuenta de Twitter, @saludygoodvibes, el cual hace alusión a la importancia que tiene trabajar y mantener el bienestar mental como forma de mejorar nuestra salud. La mente y el cuerpo están conectados, por tanto, deben permanecer en un estado de equilibrio para alcanzar ese estado de salud ideal del cual todxs queremos gozar para sentirnos bien con nosotros mismos y con las personas de nuestro alrededor.

Cuando hablamos de mejorar nuestra salud, no podemos olvidarnos de cuidar también nuestra mente. Nuestas emociones tienen un impacto directo sobre nuestro sistema inmunológico, no significa que vayan a curarnos o no de una enfermedad, pero sí que juegan un papel fundamental  y es por ello por lo que se debe dar valor a las emociones que sentimos, hay que entenderlas y expresarlas a lo que necesitamos nos brinda más beneficios de los que podemos llegar a pensar. Es por ello que la salud mental puede verse alterada por distintas experiencias que nos conducen a sentir emociones negativas y emociones positivas las cuales manejan nuestro estado de salud. Mientras que las emociones negativas pueden producirnos estados de ansiedad, depresión, estrés, ira o la disminución de las defensas entre otros ejemplos, por el contrario, las emociones positivas nos permiten fortalecer nuestro organismo.
En este caso, las emociones negativas actúan como factores de riesgo para nuestra salud, pudiendo llegar incluso a desembocar en futuras adicciones, trastornos o relaciones interpersonales dañinas en muchos de los casos. Las emociones positivas actuarían entonces como factores de protección ante estos agentes externos que alteran nuestro estado mental de "equilibrio" produciéndonos un malestar a nivel general.

Es por ello la importancia que cobra el educar en emociones y en valores positivos y saludables para nuestra mejora de vida y de las personas de nuestro alrededor. A través de la Educación Emocional como herramienta profesional y metodológica podemos enseñar como profesionales pero también podemos aprender de manera individual a desarrollar habilidades socioemocionales que nos ayuden a enfrentarnos a distintas experiencias vitales.

Cuando hablamos de Inteligencia Emocional, nos referimos pues a la capacidad de ser conscientes y gestionar las emociones que experimentamos y las de los demás con el objetivo de:
  • Cuidar nuestro equilibrio emocional / salud mental 
  • Orientarnos hacia nuestros objetivos personales y profesionales deseados
  • Construir relaciones sanas y positivas con nosotros mismos y con los demás
Existen otros muchos tipos de inteligencias, lo que no significa que unas sean mejores que otras, sino que todas se complementan entre sí y juntas nos permiten alcanzar un desarrollo personal óptimo. Cuando trabajamos la Educación Emocional, estamos inmersos en un proceso de aprendizaje en el cual entrenamos y desarrollamos las competencias y las habilidades personales y sociales que engloban la Inteligencia Emocional:




En resumen, si trabajamos nuestra inteligencia emocional a partir de la adquisición de habilidades socioemocionales, estamos mejorando nuestro estado de salud mental (evitaremos pensar en acciones y conductas que sean nocivas para nuestro bienestar), y por tanto, también cuidaremos nuestro estado físico (querremos vernos bien y adquiriremos seguridad en nosotrxs mismxs) y nuestro estado social (nos sentiremos mejor en nuestra comunicación y relación con las personas), ayudándonos a elegir entre las mejores alternativas y tomar el control sobre nuestras vidas.

                          RECURSOS                        
Personalmente, he elegido presentaros estas cuatro estrategias puesto que me parecen claves si queremos realizar alguna actividad con el fin de reconocer y trabajar nuestras propias habilidades emocionales. Son útiles tanto para llevarlo a la práctica con nosotros mismos como con otra persona, bien sea con niñ@s, con adolescentes, con adultos o con mayores, cada recurso adaptado al grupo con el que trabajemos.

➯ Poner nombres a tus emociones: Este ejercicio es muy positivo para personas de todas las edades. Simplemente has de escribir (o describir) sobre las emociones y sentimientos que has experimentado en el día y reflexionar de dónde vienen y qué consecuencias han tenido en tu actividad diaria.
Para ello, puedes ayudarte de la 'Rueda de las emociones' de Robert Plutchik, una muestra gráfica que nos permite aprender a clasificar de manera sencilla nuestras emociones y cómo estas pueden ir evolucionando hacia otras. Click al procedimiento

Escala de la autoestima: Una autoestima saludable siempre nos generará un gran bienestar, mientras que en sus niveles más bajos puede instalarnos en un estado de ánimo depresivo. La escala de Morris Rosenberg consta de 10 afirmaciones que giran en torno a lo mucho o poco que se valora la persona, así como la satisfacción que tiene consigo misma. Las 5 primeras  afirmaciones están formuladas de forma positiva, las 5 restantes de manera negativa. Click al procedimiento

Dramatización: Los gestos, los movimientos, el tono de voz y la entonación, el lenguaje no verbal... son herramientas que utilizamos con nuestro cuerpo para llevar a cabo la dramatización. Desde esta actividad, la persona es capaz de proyectar sus emociones y sentimientos, creatividad, expresión, fortalezas e inseguridades, entre otros efectos. Por tanto, a través de la dramatización se trabaja paralelamente las habilidades emocionales propias y se experimentan las emociones de los demás. Es un recurso bastante útil y beneficioso para trabajar con cualquier grupo de edad.

El espejo: este recurso es muy especial porque consiste en mirar nuestro interior, analizarnos y ser capaces de describirnos. Aparentemente parece un ejercicio fácil de desarrollar, pero una vez puesto en la práctica no resulta tan sencillo mirarnos cara al espejo y ser capaces de hablar con nosotros mismos sobre nosotros (técnica de introspección). Resulta muy emocionante de realizar puesto que nos daremos cuenta de lo poco o mucho que nos conocemos o de lo que valoramos nuestras habilidades y virtudes.



Bibliografía:
https://www.feandalucia.ccoo.es/docu/p5sd7866.pdf
https://www.unir.net/salud/revista/inteligencia-y-educacion-emocional-que-aportan/

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