Mitos sobre la Anorexia y la Bulimia

Hablamos de trastornos de la conducta alimentaria (TCA) para referirnos a un conjunto de alteraciones graves relacionadas con la ingesta de alimentos (restricción prolongada de comida, atracones, obsesión por el peso y la imagen corporal, pérdida de peso,…) asociadas a determinadas anomalías psicológicas.

Los TCA (Trastorno de Conducta Alimentaria) comprenden la anorexia nerviosa (AN), la bulimia nerviosa (BN) y los trastornos no especificados o atípicos (EDNOS), reservando esta denominación a las situaciones en las que falta una o más de las características principales que definen los cuadros típicos.

Los TCA están en aumento en diversos países de nuestro entorno. Los datos de prevalencia varían según los estudios y dependiendo de qué grupos de población se consideren: habitualmente mujeres adolescentes y jóvenes. La prevalencia es menor en varones, aunque últimamente se ha observado un cierto aumento en éstos. También se ha detectado un incremento de las formas atípicas de los TCA.

Pérez-Gaspar, en un estudio realizado en Navarra, afirma que una de cada 25 mujeres adolescentes examinadas estaba afectada por un TCA, que causa gran carga de sufrimiento personal y familiar. 

Los autores coinciden en la multicausalidad en los TCA (contexto familiar, modelos sociales, hábitos, etc.), dentro de los cuales están los factores relacionados con modelos sociales estéticos estereotipados, con una alta influencia desde las redes sociales. 

Todos ellos actúan como factores de riesgo que pueden determinar o no los TCA que constituyen un continuo entre cuyas formas más graves están la anorexia y la bulimia. El que esto ocurra depende de cómo estos factores de riesgo interactúan con los factores de protección (de carácter individual, familiar y social).

Ambos se consideran trastornos de origen neurótico que provocan una obsesión por el físico y la delgadez, aunque la anorexia se caracteriza por el rechazo de la ingesta de alimentos y la bulimia por la alternancia de atracones de comida con provocación del vómito o sin ella. Y en ambos casos el perfil responde al de una persona con un alto nivel de exigencia y perfeccionamiento pero con una personalidad falta de autoestima, seguridad y confianza.

He aquí donde cobra tanto sentido una promoción de la salud, sobre todo, entre el público adolescente, para prevenir el peligro incitado desde las redes y los medios de comunicación. Hablamos pues, de una prevención primaria realizada desde los centros educativos o desde otros ámbitos de intervención, diferenciando esta de la prevención secundaria que trataría de la prevención precoz de estos trastornos antes de su diagnóstico como tal, el cual debería ser correctamente atendido y valorado por los profesionales sanitarios adecuados.

La educación prestada para evitar estos trastornos alimenticios no debería centrarse tanto en la enfermedad de la anorexia y la bulimia en sí como sino más bien en potenciar los factores de protección para evitar llegar a estos extremos, empezando por favorecer una relación positiva y saludable con los alimentos, fomentar una buena dieta además de la autoestima y confianza, y, en general, un trabajo sobre las habilidades emocionales de cada persona que al final es tanto la causa como la solución ante esta problemática. En resumen, sería trabajar todos estos temas de prevención desde una perspectiva positiva.

En el caso de que fuera necesario trabajar entorno a estos dos problemáticas específicamente, anorexia y bulimia, podría ser adecuado hacerlo desde el objetivo de que estas personas desvelen los mitos en relación con esta cuestión y sean capaces de reflexionar y tomar decisiones sobre una alimentación que les genere salud, bienestar y satisfacción.

La anorexia y la bulimia son dos de los trastornos de alimentación más conocidos, (encontramos también el trastorno de la conducta alimentaria no especificado, el trastorno por atracón, la vigorexia y la ortorexia, entre los más destacados) pero quizá por eso también los más ocultos y de los cuales se tiene una información poco contrastada o basada en estereotipos y prejuicios hacia las personas que padecen algunos de estos trastornos. Es por ello que creo conveniente esclarecer algunos de los mitos que más se expanden entre la sociedad y que pueden causar más perjuicio a estas personas.




~MITOS~


1) Son trastornos que solo afectan a las mujeres.

¡¡¡FALSO!!! Es real que las mujeres son las que encabezan los casos, pero también afecta a los hombres, puesto que la casuística de estos trastornos es múltiple y se ve afectada por distintos factores internos y externos. Incluso, los varones que participan en deportes o que están preocupados con su físico suelen ocultar muy bien el trastorno.

Más datos significativos acerca de los TCA en varones:

"Un número significativo de los varones con trastornos de la alimentación es homosexual lo que no significa que sea privativo de ese grupo. Quizás esto tenga más que ver con que nuestra cultura no le pone tantas exigencias al hombre heterosexual, en cuanto al cuidado de su presentación física. Más bien le exige que sea fuerte, situación para la cual algunos kilos de más no interfieren. 

En cambio, en el mundo gay masculino, la apariencia es un valor apreciado, igual que en el mundo femenino. Vale la pena destacar que es poco frecuente en los hombres con estos problemas de alimentación que el objetivo buscado sea un peso determinado, achicar el talle de la ropa que usan o "entrar" en un pantalón (a diferencia de las adolescentes mujeres). Más bien suelen relatar que todo comenzó por querer modificar alguna parte específica del cuerpo, darle mejor forma o evitar ciertas desproporciones. 

Otro grupo significativo entre los varones con trastornos del comer lo representan aquellos que también sufren la presión de mantener un peso fijo por su actividad y se encuentran bajo control de una manera estricta. Es el caso de algunos deportistas bajo entrenamiento intensivo, el caso de los corredores de caballos (jockeys), los fisicoculturistas o los boxeadores obligados a ubicarse en una categoría inferior a aquélla para la cual están físicamente mejor dotados. 

También integran este grupo los bailarines, a quienes se les exige el mantenimiento de un peso más bien bajo, y, en cifras que lamentablemente van en aumento, los modelos masculinos. Decimos "lamentablemente" porque sin duda esto no es más que un preanuncio de que, a corto plazo, en el mundo masculino también aumentará la presión por una estética que pase más por la flacura que por un cuerpo proporcionado y fuerte."


2) La anorexia y la bulimia no afectan a los adultos.

¡¡¡FALSO!!! Hay casos de adultos que sufren anorexia nerviosa o bulimia nerviosa causada por el estrés, mientras que otros casos se dan cuando se ha sufrido esta enfermedad de joven y no trataron el trastorno correctamente.

3) Las dietas favorecen la anorexia y la bulimia.

¡¡¡FALSO!!! Tener una dieta equilibrada y saludable no significa que la persona está en riesgo de padecer bulimia. La bulimia se asocia con otros trastornos como la depresión y un poco aceptación de la imagen corporal. Un "shock" emocional puede ser el origen de esta obsesión.


4) Las personas que sufren algún TCA han tenido problemas en su infancia.

¡¡¡FALSO!!! . Estos casos se dan por igual en personas que han tenido una infancia feliz y en las que no, como ya he dicho, la casuística de factores que intervienen es muy compleja en cada caso. Aunque cuando se presenta un caso de TCA, se atiende la dinámica familiar como una de las principales razones para la propensión de anorexia y bulimia.

5) Las personas que sufren algún TCA son conscientes de necesitar ayuda médica.
¡¡¡FALSO!!! Estas personas no suelen tener conciencia de estar enfermos ni de necesitar ayuda, ya que piensan que están sanos, por eso resulta tan complicado diagnosticarlo antes de tiempo.

6) Los TCA son problemas de comida que se solucionan alimentándose bien.

¡¡¡FALSO!!! Tanto para una enfermedad como para otra, la persona sufre un malestar profundo cuya consecuencia visible es la transformación del cuerpo. La obesión por la comida es la expresión de este sufrimiento, y no un capricho. 

El tratamiento para la anorexia y la bulimia comprenden una serie de acciones que pueden durar meses o años según la intensidad del trastorno alimenticio. La hospitalización, la psicoterapia grupal, individual y hasta familiar, pueden ser parte del tratamiento, así como la ayuda de un nutriólogo para retomar una alimentación saludable, según Cecilia Silva, profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM y autora del libro Trastornos Alimentarios.

7) La bulimia nerviosa no es tan peligrosa como las personas que padecen anorexia.

¡¡¡FALSO!!! Todo lo contrario. Los atracones y los vómitos dañan el sistema digestivo. La persona sufre un desequilibrio de electrolitos, pérdida de potasio y otros nutrientes esenciales. Por ello, se incrementa el riesgo de padecer problemas del corazón, accidentes cerebrovasculares y úlceras gástricas.

8) Las personas con bulimia son delgadas en exceso, llegando a padecer anorexia.

¡¡¡FALSO!!!. Algunos pacientes suelen tener un peso corporal medio o normal, por lo que es importante identificar las señales de alerta. Además, lanorexia es un factor de riesgo de la bulimia, pero no necesariamente la antesala (ni el resultado). Dentro de la anorexia, entre un 40 y 50 % de los casos han pasado por períodos de bulimia, pero solo una parte de ellos se acaba convirtiendo en bulímicos.
9) La bulimia se asocia sólo con vómitos.

¡¡¡FALSO!!! Existe también la llamada bulimia nerviosa no purgante, la cual consiste en un sistema de compensación por el cual tras un episodio de atracón incontrolado, la persona practica excesivo ejercicio físico o realiza ayunos prolongados como una forma de eliminar calorías.

El vómito es una acción para eliminar del cuerpo los alimentos que se ingieren durante los atracones de comida, pero no es la única. Los afectados también recurren a los laxantes y diuréticos para purgar su cuerpo.


~MATERIALES~
  • "Luis Rojo. Jefe de la Unidad de Transtornos de Conducta Alimentaria": explicación sobre el programa de prevención de 
    trastornos alimenticios 
  • "Super size me": MUY recomendado. Documental estadounidense sobre los efectos que tiene la comida basura sobre nuestro cuerpo.  Disponible en Netfflix.
  • "Malos hábitos" (2007) : película en la que se muestra a través de tres personajes distintos algunos de los comportamientos y hábitos más comunes en las personas que padecen TCA.

  • "Contracuerpo" (2005): cortometraje de 17 min que fue nominado a los premios Goya. Recurre al tema de las obsesiones físicas sin adentrarse en la realidad del trastorno. https://youtu.be/1iAIUR83eAY 

  • "Eso no se pregunta: trastornos alimentarios": experimento social con personas sujetas a preguntas realizadas de manera anónima basadas en estereotipos y prejuicios. https://youtu.be/ae9LqGsW5Ug 


~Bibliografía~

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